La reciente exportación de 17 toneladas de esquejes de las variedades de plantas utilizadas para la producción de Tapetes Verdes de “Sedum” por parte de la empresa SemperGreen, 10 vía marítima y 7 en avión, demuestra el potencial y las enormes posibilidades del viverismo colombiano en los mercados internacionales. Este tipo de producto terminado es en la actualidad altamente demandado en países del hemisferio Norte principalmente, por cuenta de disposiciones normativas y legislativas que refuerzan la tendencia de contar con construcciones más sostenibles y más amigables con el medio ambiente.
Los beneficios de las denominadas cubiertas verdes se hacen cada vez más evidentes como resultado de su reconocida capacidad para reducir las variaciones de temperatura interna de las edificaciones durante los ciclos día-noche, retener el agua lluvia, absorber CO2 y gases de efecto invernadero y producir oxígeno de manera natural con plantas vivas que permiten mejorar la calidad del aire.
SemperGreen ha exportado ya más de 100 toneladas de Techos Verdes que responden a la tendencia global de “Bioarquitectura” en las ciudades. Atender esta demanda internacional ha sido posible gracias a aspectos tan elementales como la formalización. Sin una debida constitución ante una Cámara de Comercio, sin Buenas Prácticas Agrícolas, sin un Registro de Exportador ante el ICA, y en general, sin la debida vida jurídica ante los organismos de control, esta apertura de nuevos mercados para el viverismo no hubiese sido posible.
El viverismo si puede exportar, el viverismo si puede, al igual que otros segmentos del agro, encontrar nuevos nichos de mercado que valoren y demanden sus productos. Una nueva visión y un nuevo compromiso deben surgir al interior de las empresas viveristas para desarrollar el camino de la formalización que conduce hacia mercados internacionales, con mejor retorno, plenos de oportunidades comerciales. SemperGreen, Bromelias de Colombia, Darwin Colombia y Plantas del Tambo, entre otras, aportaron en el 2020 divisas para el país por un valor de USD8 millones, cifra que implicó un crecimiento del 8.7% frente al año anterior. Estas empresas viveristas demuestran que las posibilidades en los mercados internacionales existen y se pueden concretar, por supuesto con esfuerzo y compromiso, pero sobre todo con formalización.
Una nueva normatividad
En relación con la Arquitectura Sostenible, es importante trabajar de igual manera en el país para que la normatividad se encamine en esta dirección e incentive a las firmas constructoras a explorar y desarrollar esta tendencia. Colombia también merece contar con ciudades más verdes, más habitables y más saludables. Este enfoque no se debe limitar a países como Noruega, Canadá o Australia, para mencionar sólo algunos en donde se ha generado una mayor conciencia social en torno a los beneficios de la construcción sostenible.
Bioarquitectura y viverismo son dos fuerzas en capacidad de generar conjuntamente no sólo una mejor gestión del recurso aguas lluvia y un mayor ahorro energético en climatización resultado de la reducción de las islas de calor que generan las cubiertas verdes, sino también ecosistemas mucho más saludables para todos.
Atentamente,
Jairo Cadavid Ossa
Presidente
Colviveros
